domingo, 11 de mayo de 2008

Mi adicción


Habrá quien piense que no es normal que pase tanto tiempo conectada a internet, que quizás tengo esa nueva adicción que dicen que tienen algunos internautas. Yo lo veo de otra manera, claro.


Jeff se reirá de mí, pero mi horóscopo explica en parte el porqué de mi necesidad de hacer cosas en internet. Como buena géminis, para mí la comunicación es media vida, y la red es un medio de comunicación y una fuente inmensa de información que me va como anillo al dedo para todas mis ideas peregrinas... y las no tan peregrinas, porque gracias a las horas invertidas, la mudanza EEUU-España fue mucho más llevadera. También busco trabajos, oportunidades, cosas para los niños, actividades, etc, etc.

En fin, que no soy una adicta a la internet, sino una adicta a la información y a la comunicación. 

Cambiando de tema: ¡vaya puente más fabuloso que pasamos en Bea! Fuimos con Joan y Enrique, que son unos excelentes compañeros de viaje: siempre tienen ganas de diversión, son sinceros y directos, y muy buena gente. Los niños disfrutaron mucho de su compañía, aunque lo principal fue la sensación de libertad que tienen estando en el medio rural. 

La logística fue complicada: a la hora de olvidarnos de algo, esta vez le tocó a Marién. Para que la niña durmiera todo lo posible, esperamos hasta tener el coche completamente cargado y la bajamos en su pijama-manta... con lo cual, no trajo zapatos (y su madre se olvidó de cogerle un par). Así que acabó pasando el primer día entre el carrito y unas zapatillas prestadas, tres números más grandes, y que no eran nada de su agrado, pero como el jueves era fiesta nacional, tuvimos que esperar hasta el día siguiente para comprarle unas bambitas. Podría haber sido peor.

El punto álgido fue la captura por parte de Jaime de un ardacho no muy grande, con mordisco a Joan incluído. Bueno, rectifico, para mí también fue bastante intenso encontrarme con una muda de culebra intacta, o sea, reciente, que Jaime olvidó junto a la puerta de la habitación a la hora de marchar.

Tuvimos un tiempo espléndido y cruzamos la sierra Pelarda por el alto de Olalla...¡qué maravilla! Y lo que nos queda por explorar...

Son las 03:45h, así que será mejor que deje esto ya, si no, dirán que soy una adicta.